SOMOS EL ESPEJO DEL QUE VIVE EN NOSOTROS JESUS .-

Cuando nos damos cuenta del verdadero amor de Dios, nuestra vida tiene un verdadero cambio. Muchos creen que el cambio surge de una obligación o de imponer ciertas normas o reglas. Jesús nunca desprecio a las personas que necesitaban cambios, al contrario, tuvo compasión y los trato con amor. Si cada uno de nosotros actuará con amor y compasión por las almas perdidas, ahora habría menos personas sin un sentido de vida y habría muchas personas apasionadas por Jesús.

El amor de Dios, reflejado en nosotros, puede transformar las vidas de los perdidos.